Ah, ¿Pero hay censura en Google? se preguntará usted. ¡Por supuesto! Lo que ocurre es que con el escándalo del COVID-19, esa censura es mucho más notoria, ya que el número de voces que tienen que acallar es mucho mayor. Lo he experimentado en primera persona
Así comenzó mi crimen: Tras escuchar las sorprendente declaraciones del cantante Miguel Bosé sobre el gas Dióxido de Cloro, he descubierto que no andaba muy desencaminado. Me refiero a esto que publicó en redes sociales: «Bolivia aprueba el uso del Dióxido de Cloro para tratar el coronavirus«. Estas palabras se hicieron virales en Twitter y Facebook, hasta que Twitter le borró su publicación y toda la prensa en conjunto lo desmintió rotundamente.
Pero días después, el Senado de Bolivia sí que aprobó formalmente la utilización del Dióxido de Cloro para tratar el COVID-19. Como estos periodistas últimamente andan algo despistados y olvidaron…
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