El siguiente artículo se escribe desde el respeto y la condolencia a los familiares y seres queridos de Julen Roselló, un niño español fallecido en la fecha en la que se escribe el presente artículo tras caer en un pozo y padecer 13 días de rescate.
«Lo del niño Julen es una tragedia. Pero lo del circo mediático montado alrededor es una vergüenza»
José Corbacho, actor, director y guionista
El número de niños que mueren cada año en un país es un índice del bienestar y la salud de los niños en dicho país. En la actualidad, la situación mundial de la mortalidad infantil es trágica: cada pocos segundos muere un niño.
Sin embargo, la muerte de 22.000 niños por día no es inevitable, al contrario, existen soluciones y la gran mayoría de casos pueden prevenirse fácilmente, cosa que no se hace.
Mientras estos datos se encuentran a disposición de todo el mundo, los medios de comunicación los ignoran y, en este país de pandereta llamado España, los depravados grandes medios de comunicación se han dedicado durante 13 días a todas horas a recrearse incesantemente en el morbo para su propia vergüenza de publicar una vergonzosa telenovela relatando con saña en vivo y directo el trágico rescate y la muerte finalmente de Julen, un pequeño niño de 2 años de edad que cayó desafortunadamente a un pozo bajo tierra en un pueblo del sur de España.
¿Cuántos casos conoce Vd. que está leyendo estas líneas de niños que han muerto en accidentes de todo tipo, de enfermedades que nunca se erradican como la malaria, de hambruna o tras haber sido vacunados?
Sirvan estas líneas para hacer una breve reflexión sobre cómo esa lavadora de cerebros llamados grandes medios de comunicación dirigen y manipulan a la población para mantenernos distraídos y entretenidos cada día con situaciones tan vergonzosamente morbosas como la desafortunada muerte de uno de tantos niños que mueren cada día en todo el planeta.
En estos momentos pueden sintonizar cualquiera de los chocarreros medios de comunicación de España y sólo verán a día de hoy cómo se recrean para su vergüenza y deshonra con la muerte de 1 de los 22.000 niños que mueren a diario. Mañana continuará el fútbol y los toros y nadie recordará esto más que la familia del niño fallecido. Mientras tanto políticos, banqueros y poderes fácticos en general siguen robando, expoliando y explotando al ser humano a la par que se ríen con descaro de nuestras penurias.
Qué vergüenza de primer mundo supuestamente avanzado y desarrollado.
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DESPERTARES - La revolución pacífica 