
Nuestros cerdos con aire acondicionado mientras tú no puedes pagar la Luz: ¿Control del bienestar animal o burocracia desmedida?
En DESPERTARES llevamos años denunciando el avance silencioso, pero implacable, de un sistema que parece empeñado en controlar cada aspecto de nuestras vidas y en asfixiar sectores vitales de nuestra sociedad bajo una montaña de regulaciones. Hoy, ponemos el foco en nuestros ganaderos, en el sector primario que nos alimenta, y en la nueva normativa de animal que parece sacada de una novela distópica: la obligación legal de garantizar que los cerdos no sufran «estrés térmico», equipando sus naves con aire acondicionado y calefacción.
Tiempo de lectura: 5 min.
Sí, han leído bien. Mientras millones de personas en el mundo luchan por tener un techo digno, acceso a comida básica, o simplemente encender la calefacción o el aire acondicionado en sus propias casas sin caer en la ruina, nuestro Gobierno, siguiendo las directrices de una burocracia aparentemente desconectada de la realidad, se preocupa, por Real Decreto, de que los cerditos tengan una temperatura de confort óptima.
La normativa en cuestión, que modifica aspectos clave de la protección animal, establece, entre otras cosas, la obligación para las explotaciones porcinas con una capacidad autorizada superior a 5,1 Unidades de Ganado Mayor (UGM), de disponer de «los sistemas adecuados como ventiladores, calefacción, aire acondicionado, ventilación natural o forzada u otros que permitan mantener los rangos de temperatura adecuados para prevenir el estrés térmico para los cerdos». Y no solo eso, se deberán aplicar «medidas correctoras en el caso de que los valores de temperatura en el interior de los recintos excedan de dichos rangos». Estos rangos, idealmente, deberán estar establecidos en un plan de bienestar animal si la explotación dispone de él.
Esta exigencia se recoge de manera explícita en la modificación del punto 2 bis del Capítulo I del Anexo I del Real Decreto 1135/2002, de 31 de octubre, relativo a las normas mínimas para la protección de cerdos, según la redacción dada por el Real Decreto 159/2023, de 7 de marzo, y mantenida por el recién publicado Real Decreto 346/2025, de 22 de abril.
La justificación oficial es el «bienestar animal» y la prevención del estrés térmico. ¿Quién podría oponerse al bienestar de los animales? Nadie con un mínimo de humanidad. Pero detengámonos un momento y reflexionemos con la ironía amarga que la situación merece, pero con toda la seriedad del caso.
Mientras las leyes, con un celo casi cómico si no fuera tan trágico, se aseguran de que un cerdo no pase un momento de calor o frío «evitable», ¿quién se preocupa legalmente y con la misma contundencia del «estrés térmico» que sufren nuestros ancianos en sus casas sin climatización, o de las familias que deben elegir entre comer o encender la calefacción en invierno? ¿Dónde están los reales decretos que obliguen a «aplicar medidas correctoras» para garantizar una temperatura digna en todos los hogares españoles, o para asegurar que nadie sufra «estrés nutricional» o «estrés habitacional»?
La desproporción es casi insultante. Esta nueva carga regulatoria se suma a una lista interminable de exigencias burocráticas y económicas que nuestros ganaderos, ya al límite de la supervivencia, deben afrontar. Equipar una granja con sistemas de climatización eficientes no es barato, ni su mantenimiento, ni el consumo energético asociado. ¿Quién pagará esa factura? Como siempre, el consumidor, en forma de carne más cara, y el propio ganadero.
Y aquí es donde la denuncia de DESPERTARES cobra más sentido. Esta medida, ¿es solo por el bienestar de los animales? ¿O es una vuelta de tuerca más para hacer inviable la ganadería tradicional, para empujar a nuestros productores fuera del mercado y abrir la puerta a alternativas como la carne sintética o la producción masiva en manos de unos pocos gigantes agroindustriales que sí pueden asumir estos costes?
La preocupación por el bienestar animal, legítima y necesaria, se convierte en una herramienta de control y de estrangulamiento económico en manos de un sistema que parece estar redefiniendo quién y cómo nos alimenta. Se nos obliga a invertir en climatización para cerdos, mientras se ignora la precariedad y el sufrimiento real de muchos seres humanos.
Desde DESPERTARES, no podemos sino alzar la voz ante esta flagrante inversión de prioridades. Es hora de despertar, de cuestionar estas normativas que, bajo una apariencia de progreso o sensibilidad, ocultan agendas que poco tienen que ver con el bienestar, sea animal o humano, y mucho con el control y el poder de unos pocos sobre la vida de la mayoría.
Apoyemos a nuestro campo, a nuestros ganaderos. Denunciemos las regulaciones excesivas que los ahogan. Y, sobre todo, exijamos que las prioridades de quienes nos gobiernan vuelvan a ser las personas, sus necesidades básicas y su dignidad, antes que el confort climatizado de un animal de granja regulado por ley. Porque una sociedad que ignora el sufrimiento humano mientras legisla sobre el «estrés térmico» de los cerdos, es una sociedad que ha perdido el rumbo.
Referencias Legislativas (Fuentes consultadas):
• Real Decreto 1135/2002, de 31 de octubre, relativo a las normas mínimas para la protección de cerdos. (Ver Anexo I, Capítulo I, punto 2 bis, según redacción vigente)
• Real Decreto 159/2023, de 7 de marzo, por el que se establecen disposiciones para la aplicación en España de la normativa de la Unión Europea sobre controles oficiales en materia de bienestar animal, y se modifican varios reales decretos. (Modifica, entre otros, el RD 1135/2002)
• Real Decreto 346/2025, de 22 de abril, por el que se establecen las bases de desarrollo de la normativa de la Unión Europea de sanidad animal, en lo relativo a las obligaciones de vigilancia del titular de la explotación. (Modifica, entre otros, el RD 1135/2002 y el RD 159/2023, manteniendo la redacción del punto 2 bis del Anexo I, Capítulo I del RD 1135/2002)
• Salleras.net: Nueva normativa europea en granjas de cerdos 2025
• Okdiaro: El Gobierno obliga a poner calefacción y aire acondicionado a los cerdos para evitar su «estrés térmico»
• Iberotemp.es: Nueva ley sobre estrés térmico en Granjas Porcinas: Soluciones IIoT para un cumplimiento eficiente.





























































