Archivo de la etiqueta: CARNE SINTETICA

Nueva megafábrica de carne artifical En España

nueva fábrica de carne sintética en España

La amenaza de la carne sintética

Continuando con la lucha por la búsqueda de la verdad y la defensa de la libertad que emprendimos en despertares.org hace ya 15 años, surge con inquietante fuerza una nueva amenaza que atañe directamente a nuestra salud y nuestras libertades fundamentales: la imposición de la carne sintética. Un oscura realidad que, bajo el disfraz de la sostenibilidad y la preocupación climática, esconde interrogantes profundos sobre quién decide qué comemos y cuáles son los verdaderos intereses detrás de ello.

Antes de que nuestro cerebro pueda siquiera procesar la idea de ingerir «carne» cultivada en laboratorio, España ya se ha convertido en un epicentro de esta controvertida industria. Tal como desvela el periodista Unai Cano en la entrevista realizada con Albert Castillón en abril de 2025 mostrada más abajo (minuto 1:43), España alberga ya dos instalaciones que marcan un punto de inflexión, cuanto menos, preocupante. En Salamanca, se erige la mayor fábrica de gusanos para la producción de harina de insecto para consumo humano, un ingrediente que la Unión Europea permite introducir en nuestra alimentación con una transparencia, cuanto menos, cuestionable.

Pero la ambición de transformar radicalmente nuestra dieta no se detiene ahí. En San Sebastián, también se pone en marcha la que se anuncia como la mayor fábrica de carne sintética de Europa: Biotech Foods, con una inversión millonaria de 41 millones de euros, esta empresa ya está en funcionamiento desde mediados de 2024, dedicada a la extracción de células musculares de animales – curiosamente, aquellos que se demonizan por su supuesta contribución al cambio climático, como las vacas – para luego, mediante impresoras 3D, «fabricar» carne artificial o sintética.

La pregunta que resuena con fuerza es: ¿quién está detrás de esta insistente promoción de alimentos que la mayoría de la población no ha solicitado ni aprueba? La sombra de figuras como Bill Gates se cierne sobre esta industria, invirtiendo en empresas de carne sintética e insectos desde hace unos pocos años. La justificación esgrimida, la supuesta culpabilidad de la ganadería tradicional en la crisis climática, es categóricamente desmentida por miles de personas en todo el mundo o por la simple observación de la historia de la humanidad. ¿Acaso las civilizaciones que durante milenios han consumido y criado animales para su sustento provocaron las catástrofes climáticas que ahora se nos intentan vender? La respuesta obvia hasta para un niño es de un rotundo no.

Resulta revelador que esta agenda cuente con el respaldo de organismos internacionales como la ONU y su muy oscura Agenda 2030 , así como con el impulso de inversores con evidentes intereses económicos. No olvidemos que Bill Gates también posee empresas farmacéuticas, y tras capitalizar la crisis sanitaria, ahora parece enfocado en el lucrativo negocio de la «alimentación del futuro«. Más inquietante aún es que JBS, el mayor productor de carne a nivel mundial, haya adquirido Biotech Foods, lo que subraya la magnitud de los intereses económicos que impulsan esta imposición y transformación alimentaria.

Se nos intenta persuadir de que la carne sintética es una solución para «salvar el planeta», a pesar de que su fabricación es actualmente mucho más costosa que la producción natural. Se nos bombardea con una narrativa que carece de justificación científica alguna que demuestre que la ganadería tradicional contamina más que la carne artificial. Y mientras tanto, la opinión de los ciudadanos europeos, que mayoritariamente se muestran reacios al consumo de carne sintética e insectos, parece ser ignorada sistemáticamente.

La cordura parece haber abandonado las instituciones europeas, mientras que ejemplos como la prohibición de la comercialización de carne sintética en Florida por su gobernador, Ron DeSantis, argumentando que «la carne es carne y lo que no es carne, pues no es carne«, o la obligación en Italia de etiquetar y separar claramente los productos con insectos, brillan por su ausencia en el resto de territorios.

nueva fábrica de carne artificial en España

¿Qué oscuras intenciones se esconden tras esta imposición silenciosa? ¿Forma parte de un plan para restringir el acceso a la carne auténtica, convirtiéndola en un lujo para unos pocos, mientras la mayoría consume sucedáneos producidos en laboratorios? ¿O acaso hay motivaciones aún más ocultas, ligadas a agendas de control y manipulación de la población?

La desconfianza hacia los alimentos ultraprocesados y las agendas de las élites es un sentimiento creciente entre la ciudadanía. La imposición de la carne sintética, sin un debate público transparente y sin el consentimiento de la población, no hace sino alimentar esta desconfianza. Es hora de que la voz del sentido común se alce en Europa y se ponga freno a estas imposiciones que amenazan nuestra salud, nuestras tradiciones alimentarias y nuestra libertad de elegir qué llevamos a nuestra mesa. La «revolución pacífica» de la que habla este espacio se extiende también a la defensa de nuestra alimentación, un pilar fundamental de nuestra existencia y nuestra soberanía.

Es nuestra responsabilidad despertar ante este nuevo intento de control y alzar la voz contra una imposición que nadie ha votado.

Pulsa sobre la imagen para ver la entrevista (minuto 1:43:00):

Artículos relacionados: La verdadera composición de la carne del KEBAB

bioeticablog: La ‘carne’ cultivada en laboratorio es peor para el medio ambiente que la carne vacuna al por menor: estudio

Visita las secciones ALIMENTACIÓN SALUD para más información relacionada

CIENO ROSA, CARNE PUTREFACTA TRATADA QUIMICAMENTE PARA ALIMENTO HUMANO

Como resultado de tratar recortes de ternera y tendones de vaca en una solución de amoniaco en agua surge el ‘cieno rosa’, una carne que los grandes de la comida rápida rechazan pero el Departamento de Agricultura estadounidense ha comprado masivamente para sus escuelas.

Jamie Oliver, el cocinero estrella de la BBC británica, comenzó allá por el mes de abril una campaña contra el ‘cieno rosa’: “Es una comida para perros que nos están dando a los humanos”, declaraba. Reciéntemente, McDonald’s, igual que antes habían hecho Burger King o Taco Bell, anunciaron que dejaban de utilizarla.

Sin embargo, ‘The Daily’ publica que el Departamento de Agricultura estadounidense ha comprado más de 3.000 toneladas de este producto para servir en las escuelas públicas de todo el país.

El ‘cieno rosa’ es una mezcla de restos de carne con tendones y músculos de vaca tratados con hidróxido de amonio (también conocido como agua de amoniaco) para, según sus defensores, combatir las intoxicaciones por salmonela o e.coli, la famosa bacteria que, según los alemanes, contenía el pepino español, argumento que se demostró incierto.

El ‘cieno rosa’ recibió el sello de ‘máximo nivel de seguridad alimentaria’ del Departamento de Agricultura en 2005, bajo el mandato de George Bush jr, aunque quienes se oponen a su utilización afirman que los científicos que dieron el OK fueron presionados para hacerlo.

Pero lo cierto es que la FAO y la OMS han avalado su uso en cantidades moderadas y el Departamento de Agricultura considera que esta sustancia es vital para mantener la seguridad alimentaria.

El hidróxido de amonio libera unos vapores que, en contacto con algunos ácidos, pueden hacerlo mutar a nitrato de amonio, componente de fertilizantes y productos de limpieza, también utilizado en la confección de bombas caseras.

‘The Daily’ cita palabras del microbiólogo Carl Custer, que trabajó como inspector de seguridad alimentaria durante 35 años, que dice que es “un producto de alto riesgo” y que, además, “su valor nutricional no es el de la carne. Mi mayor objeción al ‘cieno rosa’ es que no es carne”, señala.

En 2005, el Departamento de Agricultura estadounidense limitó el uso de este producto al 15%, pero los escasos requerimientos de etiquetado en aquel país hacen muy difícil saber si lo estás comiendo o no en la carne que compras.

carne podrida es tratada con monóxido de carbono para hacer que se vea fresca en el supermercado

Plato con carne en mal estado, mostrando descomposición y con un recibo al lado.
Carne deteriorada en un empaque que muestra signos visibles de descomposición junto a un recibo de compra.

La mayoría de los comedores de carne pueden no ser conscientes de que más del 70% de toda la carne y pollo en los Estados Unidos, Canadá y otros países está siendo tratada con un gas venenoso, el monóxido de carbono. Se puede hacer ver como fresca carne deteriorada desde hace semanas. La industria de la carne sigue permitiendo la inyección de gases tóxicos en muchos de los productos cárnicos que consume la gente sobre una base diaria. La pregunta es, ¿cuántas personas se han enfermado por esta carne químicamente alterada que se vende a las familias de todo el mundo?.

El monóxido de carbono(a menudo denominado como CO) es un gas incoloro, inodoro, insípido, una mísera molécula de oxígeno lejos del dióxido de carbono que todos exhalamos. Pero esta molécula, hace una gran diferencia en cosas muy muy malas para el cuerpo humano a concentraciones muy muy bajas. El CO es tóxico porque se adhiere a la hemoglobina, una molécula en la sangre que transporta generalmente el oxígeno. Cuando las personas están expuestas a niveles más altos de CO, el gas ocupa el lugar del oxígeno en el torrente sanguíneo y causa estragos. Exposiciones leves significa dolores de cabeza, confusión y cansancio. Exposiciones más altas significa inconsciencia y la muerte, e incluso aquellos que sobreviven a la intoxicación por CO pueden sufrir graves consecuencias neurológicas a largo plazo.

Comparativa de un trozo de carne antes y después del tratamiento con monóxido de carbono, mostrando el cambio de color de marrón a rojo.

El canadiense Meat Packers Council recomienda que la temperatura interna de la carne no supere 4 grados Celsius ó 39 grados Fahrenheit. Que también ha sido definida por otros reguladores internacionales de la carne como la mejor temperatura de almacenamiento de la carne. Incluso un pequeño aumento de uno o dos grados puede causar un gran aumento del crecimiento bacteriano. Por ejemplo, un aumento de la temperatura de 1,5 grados Celsius a 2 grados Celsius, reduciría la vida útil de la carne a la mitad.

Sin embargo, mantener la carne a estas temperaturas es muy difícil para los minoristas de comestibles. La temperatura de la superficie real de la carne fresca a menudo es mucho más alta de lo que muestra el termómetro de la vitrina, debido a la radiación UV de la iluminación de la vitrina que penetra en el envasado de la carne y calienta la superficie al igual que el sol puede causar una quemadura en un frío día de invierno. Varios estudios han encontrado que la temperatura interna de la carne en las vitrinas es superior a 50 grados Farenhati (10 grados C), que es 10 grados más alta que la temperatura recomendada.

La carne por lo tanto se descompone muy rápidamente, por lo que la industria de la carne invierte mucho en el envasado en atmósfera modificada utilizando el gas de monóxido de carbono para prolongar la vida útil y resistencia al deterioro.

En un sistema de monóxido de carbono, con niveles bajos de oxígeno, el monóxido de carbono reacciona con la mioglobina y da a la carne un color rojo brillante. La mezcla con bajo oxígeno limita artificialmente el crecimiento de los organismos de descomposición que son comúnmente causados por el aumento de los niveles de calor en las vitrinas.

Así que, aunque el monóxido de carbono es un gas que puede ser fatal si se inhala en grandes cantidades, la industria de la carne insiste en que no es perjudicial para la salud humana cuando se ingiere a través de envases atmosféricos.

Esto no es cierto, puesto que la bacteria C.perfringens, es la tercera causa más común de enfermedades transmitidas por alimentos, se ha comprobado que se desarrolla en lo que se considera “carne fresca” en los supermercados aun cuando está dentro de las fechas de caducidad de las etiquetas. Marissa Cattoi un técnico de laboratorio que analiza muestras de carne para una agencia de seguridad y salud dice que las bacterias se encuentran comúnmente en la carne fresca comestible. “Comúnmente las pruebas de bacterias C.perfringens aproximadamente la mitad de los productos cárnicos frescos que llegan dan positivo a pesar de que están dentro del plazo de caducidad. El 100% de estos casos provienen de los empaquetadores que adoptaron métodos atmosféricos de embalaje, tales como la utilización de gas de monóxido de carbono”, afirmó.

Los Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido y muchos países europeos utilizan en la actualidad las prácticas de envasado atmosférico para evitar que la carne se eche a perder.

Natasha Longo tiene un máster en nutrición y es consejera de nutrición y adaptabilidad certificada. Ella ha sido consultora sobre políticas de salud pública y adquisiciones en Canadá, Australia, España, Irlanda, Inglaterra y Alemania.

Fuentes: nuevavida12conspiraciones1040 y la información

Artículos relacionados: La verdadera composición de la carne del KEBAB

Visita las secciones ALIMENTACIÓN SALUD para más información relacionada